Según expertos, la predicción es bastante realista
Los primeros estudios en humanos de hibernación para viajes espaciales podrían ser posibles en una década, según informó Jennifer Ngo-Anh, investigadora y coordinadora de exploración humana y robótica de la Agencia Espacial Europea al medio Space.
Esta experimentación, típica en películas y literatura de ciencia ficción ambientadas en el espacio, podrían ahorrar muchos costos, ya que los astronautas no tendrían que comer ni beber alimentos durante largos viajes espaciales, además de ayudar a reducir el estrés y aburrimiento de permanecer en una nave pequeña y confinada durante largos periodos de tiempo.
Por otro lado, según pruebas realizadas en animales, la hibernación espacial podría mejorar el rendimiento de dichas misiones, pues los astronautas que despierten de un largo sueño estarían listos para comenzar sus tareas en viajes alrededor del sistema solar, contrario a aquellos que se desgastaron permaneciendo despiertos durante sus trayectos.
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Comenzarían pruebas a mediados del 2030
Ngo-Anh, quien además es autora de un reciente artículo académico sobre el tema, estimó que si la disponibilidad lo ofrece, las primeras pruebas humanas de hibernación a largo plazo podrían comenzar a mediados del 2030.
"Por supuesto que necesitamos ajustar todo antes de aplicarlo en personas. Pero diría que 10 años es una fecha realista", sostuvo la experta.
Los primeros estudios en este campo han demostrado que se puede inducir ese estado de sopor en animales no acostumbrados al proceso de hibernación, como las ratas, trayéndolas de vuelta a la vida días después sin consecuencias graves.
¿Cómo podrán conseguir la hibernación espacial?
En general, la inducción de sueño puede llegar a ser complicada, ya que se debe reducir la exposición a la luz solar durante un periodo largo de tiempo, para después recibir de impacto una gran cantidad.
En el caso de los experimentos con roedores, estos recibieron drogas, en concreto, una substancia neurotransmisora, para después ser llevados a un espacio oscuro con la temperatura reducida.
De acuerdo con el profesor Jürgen Bereite-Hahn, experto en neurociencia y biología celulare de la Universidad de Goethe de Frankfurt, Alemania, este tipo de experimentación ha traído buenos resultados.
Sin embargo, el problema es que para conseguirlo se deben de inyectar niveles altos de los neurotransmisores, lo cual podría tener efectos negativos en el largo plazo.
Uno de los grandes retos
La pérdida muscular y motriz es otro de los grandes problemas de la hibernación espacial, pues aún siguiendo entrenamientos estrictos, la mayoría de los astronautas pierden 20% de su masa muscular en un mes en el espacio, además de que sus huesos se debilitan por igual. En el caso de exploración en otros planetas, como Marte, esto sería un gran riesgo ya que los astronautas no tendrían posibilidad de recibir ayuda médica en esas circunstancias.
"Este es un grave riesgo para los astronautas en microgravedad(bajos niveles de gravedad)", sostuvo Bereiter-Hahn, "Los astronautas tienen que entrenar mucho porque de otra manera obtendrían serios problemas cuando regresen a condiciones gravitatorias".
Por ello, los expertos consideran que la clave de este tipo de avances está en la fisiología de los astronautas, aunque esto tendría que hacer sin máquinas que ofrezcan soporte de vida, las cuales tendrían que monitorear constantemente las líneas intravenosas de los astronautas.
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