Desde el diseño físico de los personajes hasta la omisión de arcos que son más extensos en el manga, te damos una lista de aquello que le costó más trabajo a los realizadores
Nunca es tarea fácil adaptar una obra proveniente de otro medio al lenguaje televisivo, sobre todo si una de esas obras resulta ser una de las más queridas de la historia, como es el caso del manga One Piece, creado por Eiichiro Oda.
Sin embargo, Netflix pareciera haber aprendido de sus errores, ya que la adaptación de ocho episodios en el terreno del live-action ha conquistado a la crítica y a la audiencia, obteniendo amplios elogios y un éxito de reproducciones sin precedentes.
Sin embargo, eso no significa que los realizadores del programa tuvieran una encomienda sencilla, ya que en una reciente entrevista para Variety dejaron claro que adaptar el manga fue una labor casi imposible, teniendo que hacer cambios importantes para que la producción tuviese sentido para las audiencias.
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Las diferencias más importantes entre el manga y la serie de One Piece
Esta primera tanda de episodios (a espera de que confirmen una segunda temporada) abarcó el primer arco narrativo del extenso manga, conocido como "East Blue" y que tiene en total 100 capítulos. Sin embargo, para evitar la repetición y para concretar las emociones de la historia, Matt Owens y Steven Maeda tuvieron que hacer algunas omisiones o sintetizar a algunos personajes para mayor impacto dramático.
En concreto, los showrunners explicaron que la mayor desviación del manga que tuvieron que hacer tuvo que ver con el villano Don Krieg, el cual hace aparición durante la parte de la historia en la que los Piratas del Sombrero de Paja conocen a Sanji, el futuro cocinero de su tripulación.
En el manga, Krieg es un adversario que toma varios capítulos en vencer, mientras que en la serie (SPOILER) es derrotado en poco tiempo, sin pena ni gloria.
"Estoy seguro de que será debatido hasta el cansancio el que no profundizáramos en el personaje de Don Krieg, y el hacer a Arlong el gran villano de la primera temporada", afirmó Maeda.
Según Maeda, las decisiones que tomaron fueron bendecidas por el creador original en persona, Oda, ya que el objetivo era ofrecer una narrativa más centrada con el poco tiempo disponible.
Esto mismo hizo que otra escena ocurriera mucho más pronto de lo esperado, siendo la de la revelación que el almirante Garp (Vincent Regan) es el abuelo de Monkey D. Luffy (Iñaki Godoy)
Por otro lado, otras decisiones complicadas tuvieron que ver con la apariencia de dos de los protagonsitas, el mencionado Sanji y Usopp. En el manga, Sanji cuenta con cejas curvas en forma de espiral, mientras que Usopp tiene una nariz desproporcionalmente grande. Ambos aspectos fueron modificados para que no se convirtieran en distractores para el público y para que la serie tuviera una dimensión más realista, según los showrunners.
Finalmente, los creadores afirmaron que este tipo de decisiones son necesarias al adaptar un material que tiene aspectos que sólo funcionan bien en la animación, como es el caso de One Piece, y que quizás, esfuerzos previos basados en animes como fue Cowboy Bebop fracasaron.
"Es una tarea casi imposible (adaptar un manga. One Piece (el live-action) debería ser un puente entre la gente que conoce la propiedad intelectual y quienes no. Es la mera razón para hacer esto, es darle algo a los fans extremistas para que amen, apreciando y reconociendo algo que es suyo por completo, y contar al mismo tiempo una historia cautivadora que no esté tan ensimismada como para alejar a las nuevas audiencias", explicó Maeda.
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