El piloto de la avioneta, explica que el iPhone X se le cayó tratando de captar una formación de nubes ondulantes. Rastreó el móvil con su localización y se sorprendió del buen estado de este.
El piloto de avión ‘Dmloftus’ cuenta su aventura en el foto Diamond Aviators, donde explica cómo su iPhone X logró sobrevivir a una caída de 11.500 metros de altura sin un solo rasguño. Esta distancia es el equivalente a 300km/h y sobrevolando en los Estados Unidos, esta es la historia de un teléfono sumamente resistente y que por impresionante que parezca, no se trata del clásico Nokia.
Un iPhone X a prueba de caídas
La historia del piloto toma lugar el 8 de agosto, mientras sobrevolaba su Diamond DA40, desde Colorado Springs hasta Atlanta. Cuenta el piloto que, en el tramo final, viajando a cerca de 300 km/h, decidió abrir una de las pequeñas ventanas laterales del avión, con el objetivo de tomar una foto.
Dmloftus acostumbraba tomar fotos desde la avioneta
Justo al sacar el teléfono por la ventana, se encontró con una pequeña turbulencia que le impidió seguir sujetando el iPhone X. El piloto no se preocupó en exceso, ya que afirma que "era un iPhone X de cuatro años y necesitaba actualizar a un teléfono 5G". No obstante, intentó recuperarlo.
El piloto tenía un iPhone 6S de repuesto, por lo que obtuvo un reemplazo de la SIM en una tienda de AT&T y preguntó allí mismo cómo podía desactivar el iPhone X de forma remota, para asegurarse de que nadie accediera a sus datos. Al darle a 'Buscar mi iPhone', para su asombro, el iPhone 6S mostró una ubicación en el mapa de su iPhone X.
Para recuperar el teléfono tuvo que llamar a uno de sus compañeros de vuelo, se subió al ultraligero y aterrizaron cerca de la localización. Con antelación, habían llamado a la administración del aeropuerto, por lo que recogieron un coche una vez llegaron allí para acercarse al teléfono.
Tras recorrer unos 30 kilómetros de autopista lograron llegar hacía un camino de grava y más tarde a una zona de cultivos de frijoles, donde encontraron el iPhone tras una hora de incansable búsqueda.
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¿Por qué no recibió rasguños ante una caída de 300km/h?
Lo normal hubiera sido que tuviera un montón de golpes y rasguños, quizás la pantalla agrietada. Pero el piloto contaba con una funda Otterbox, una de las más gruesas y resistentes del mercado.
A esta funda se le suma que el iPhone X cayó sobre un cultivo, por lo que sobrevivió, según el piloto, sin un solo rasguño. El teléfono se encendió cuando lo conectaron al puerto USB del coche, ya que estaba sin batería.
Afirma el piloto que funcionaba de forma normal, sin daños en batería, pantalla ni un solo rasguño. Sin duda, una curiosa historia y un iPhone X que merece ser conservado para el recuerdo.
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