La postura de la franquicia frente a otras perspectivas sexuales sigue causando resquemor entre los sectores más conservadores y fanáticos de las audiencias
El tercer episodio reciente de The Last of Us en HBO tomó sus primeros desvíos del videojuego de Naughty Dog hacia rutas no dejaron indiferentes a las audiencias, pues se dedicó la mayor parte del capítulo a narrar el romance de los personajes de Bill y Frank, relación tácita en los juegos.
Pese a que la crítica profesional y amplios sectores de la audiencia aplaudieran la dirección, historia y actuaciones del capítulo, esto no impidió que los fans más irracionales de la franquicia lanzaran críticas severas hacia el episodio, acusándolo de diseminar propaganda LGBQTI+.
Por ello no es de extrañar que en sitios como Metacritic, IMDB o Rotten Tomatoes haya una diferencia dispar entre las reseñas de la crítica especializada y la audiencia, pues pareciera que la serie ha recibido un bombardeo de críticas negativas intencionales a partir de criterios bastante dudosos.
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Un cuento de nunca acabar
Desde que se lanzó en 2013, la franquicia de The Last of Us ha sido objeto de críticas por tratarse de una de las pocas sagas AAA por mostrar a personajes LGTBIQ+ sin prejuicios y de forma abierta, como por ejemplo Ellie, la protagonista.
Por tal motivo, es sorpresivo que 10 años después, su adaptación televisiva padezca el mismo resultado, como bien se aprecia en los comentarios de los sitios anteriormente mencionados, y como se muestra en esta captura de pantalla:
Para fortuna de los espectadores menos prejuiciosos, HBO ya ha dado luz verde a una segunda temporada de The Last of Us, la cual se espera que adapte la segunda parte de los videojuegos, la cual causó igualmente opiniones divididas en su momento.
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