La experiencia de una chica causó asombro en Twitter
Hoy en día la abundancia de redes sociales hace que interactuemos con personas de muchas formas, y para quienes están en una relación exclusiva, puede llegar a convertirse en algo compliciado, pues contribuye a alimentar sentimientos de sospecha o celos. El caso de una joven en Twitter destacó por esto último.
La mujer expresó de forma breve lo que su expareja hacía cuando era consumido por los celos: ponerse a revisar sus carpetas y archivos en Google Drive, el sitio de almacenamiento de Google que se incluye cuando abrimos una cuenta con la empresa de servicios digitales.
El hecho de que esta persona llegara al extremo de vulnerar un espacio personal de la chica, considerado por muchos como el último lugar donde se evidenciaría una infidelidad, hizo destacar su Tweet entre muchos, haciéndose viral con más de 45 mil “Me gusta” en menos de 24 horas.
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Usuarios aprovechan para contar sus historias
Muchos se sintieron en confianza con el Tweet de Rosario, enviándole a la joven sus testimonios sobre experiencias similares vía mensaje directo. Algunas de las anécdotas hicieron que la joven del texto original se sintiera hasta agradecida de lo que vivió.
Por ejemplo, un usuario anónimo afirmó que su ex revisaba las fotos almacenadas en Google Photos, así como su cuenta de Facebook para leer conversaciones de hasta cinco años de antigüedad.
Otro caso más extremo fue el de una persona sin identificar a quien le espiaban su cuenta en la plataforma de la escuela, además de que su novia celosa borró hasta 87 contactos de amigas y conocidas suyas, haciéndole creer que ellas lo habían hecho y además, asegurando que nadie lo iba a querer como ella.
Entre las reacciones que provocó el hilo de Twitter, muchos usuarios señalaron estos comportamientos como insalubres, pues causan un estrés emocional severo que trastoca una relación, sobre todo aspectos vitales como la confianza mutua. Además, en muchos paíes es ilegal revisar las cuentas digitales personales de cualquier persona sin su consentimiento.
Si tu pareja muestra esta clase de acciones, busca ayuda en tus amistades, familia o en el peor de los casos, acércate a grupos de apoyo públicos para obtener asistencia y acompañamiento. Normalmente, una denuncia formal puede contribuir a no ser víctimas nuevamente en el futuro.
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