El caso se suma a la creciente ola de creadores de contenido que causa polémicas por su comportamiento
La semana pasada, el youtuber y autoproclamado influencer Borja Escalona acudió al restaurante "A Tapa do Barril" en Vigo, España, y pidió una empanada para consumir de forma gratuita, como parte de un directo que realizaba para casi 4 mil de sus seguidores. Cuando una empleada del comercio le solicito pagar el bocadillo, Borja reaccionó con incredulidad y advirtió con cobrar al comercio la publicidad que había generado la trasmisión. El caso trascendió las redes sociales y causó indignación pública en el país ibérico.
Escalona se hallaba transmitiendo un directo en la mencionada urbe donde acudía a restaurantes para degustar platillos sin que le cobraran por ello, tras dejarlo en claro con los responsables previamente. En el lugar, pidió una "empanadilla", un tipo de empanada de la región que se sirve fría.
Cuando el influencer procedía a retirarse tras elogiar la comida, la empleada que le atendió, de nombre Lucía, le inquirió que tenía que pagar 2.5 euros (alrededor de 50 pesos mexicanos) por la empanada, a lo que Escalona reaccionó con incredulidad frente a su audiencia en vivo.
El youtuber se tomó a mal lo que consideró un acuerdo previo, por lo que tras reticencias, accedió a pagar la empanada, no sin antes advertir que cobraría por la promoción 2500 euros (más de 50 mil pesos). El recibo sería enviado por su "empresa" hacia los jefes de Lucía en días próximos.
Esto sólo enervó la situación, pues cuando se preparaba nuevamente para salir, Lucía le reclamó a Escalona su actitud, puesto que la mujer consideró como una amenaza lo dicho por el youtuber.
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Cierra sus redes ante la polémica
Tras el incidente, diversos medios y redes condenaron el desplante de Escalona. Poco después de los hechos, cientos de seguidores de Borja comenzaron a escribir reseñas negativas de "A Tapa" en Google. Esto fue contrarrestado tras viralizarse la noticia y actualmente, el sitio ostenta una calificación de 4.9 estrellas.
Por otro lado, los dueños del comercio revelaron a medios locales que emprenderían acciones legales tras el escándalo que generó Escalona. En el pasado, Borja había destacado por un comportamiento errático en redes, como la ocasión en la que agredió a una mujer en vídeo.
El creador de contenidos origen español tenía aproximadamente 35 mil suscriptores en YouTube, pero tras el escándalo, sus cuentas en redes fueron dadas de baja temporalmente, según expuso en un vídeo en donde llora frente a la cámara.
Actualmente no se conoce el estatus del comercio ni de si Borja concretó el cobro del directo. Según reportó Gizmodo, es cada vez más común que casos como este generen controversia en redes, así como la reprobación de la sociedad ante lo que se considera falta de profesionalismo por parte de la gente dedicada a crear contenidos en Internet.
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