Un caso escaló a niveles mayores, metiendo en graves asuntos al primer ministro de los Países Bajos
Mark Rutte, primer ministro de los Países Bajos, podría estar en serios problemas debido a que borró mensajes gubernamentales en su teléfono obsoleto, reportó Associated Press.
El político se haya en medio de la polémica debido su inusual uso de tecnologías pasadas, ya que fue severamente criticado por eliminar los mensajes de texto concernientes a asuntos oficiales durante años.
Los principales señalamientos recaen en que Rutte estuvo obstruyendo actividades del Estado con sus acciones, aunque el político afirma que la única razón detrás de sus motivaciones fue liberar memoria de su teléfono, un Nokia 301, el cual fue lanzado en 2013, hace 9 años.
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El pasado jueves, Mark fue sometido a una votación de desconfianza en el parlamento de su país al respecto del escándalo, librándose de consecuencias por el momento, pero permaneciendo bajo el escrutinio de la bancada opositora, la cual desea que se lleven a cabo más investigaciones.
Sobre todo, están interesados en conocer hasta qué grado la decisión de Rutte de usar ese viejo teléfono puso en riesgo la seguridad nacional.
El revuelo surgió luego de una investigación del diario De Volkskrant sobre la pandemia de Covid-19. Durante el proceso, se llegó a la revelación de que el primer ministro había borrado mensajes de su Nokia durante años.
El diario cayó en cuenta tras notar que mensajes pidiendo información y entrevistas habían desaparecido de las solicitudes oficiales. Luego de interponer una demanda, Mark afirmó que llevaba eliminando mensajes que consideraba no importantes desde hacía tiempo.
El político es uno de los mandatarios que llevan más años en servicio activo en la Unión Europea. Actualmente se encuentra en su cuarto periodo.
Mutte ha declarado usar por bastante tiempo su Nokia 301 como medio de comunicación, aunque también posee un iPhone para estrictamente leer noticias.
"He mantenido los estatutos, así como el espíritu de a ley desde la A a la Z" dijo durante el debate parlamentario.
Rutte ha sido criticado en el pasado por postura a la discreción gubernamental, limitando los asuntos oficiales de gobierno a llamadas o encuentros en persona que no dejen rastro alguno.
El polémico dirigente sostuvo que la razón por la que borraba los mensajes se debía, sobre todo, a que su celular no podía funcionar correctamente si mantenía el buzón de entrada lleno.
Sin embargo, miembros de la prensa cuestionaron su explicación, ya que pese a ser tecnología anticuada, ese dispositivo permite almacenar mensajes de texto, por ende, haciendo su almacenamiento más ligero.
Este percance ha llevado a que Rutte consiga un nuevo teléfono, de gama alta y más acorde a los tiempos modernos. Pero pese a ello, afirmó que el dispositivo es torpe y feo.
No cabe duda de que el viejo juego de la política puede hacer excepciones por modernizarse de vez en cuando.
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