“Me da mucho gusto escuchar que estás contenta”, le dijo la IA cuando la artista le contó un poco de su vida actual.
Michelle Huang escribió diarios durante su infancia por más de 10 años donde hablaba sobre sus miedos, sueños y amores. "Algunos días me quejaba de la tarea y otras veces estaba emocionada de haber platicado con mi crush", confesó.
La joven usó todos sus escritos para entrenar a una Inteligencia Artificial que pudiera responderle como si fuera su yo del pasado. El programa pudo aprender cómo hablaba y cómo pensaba, por lo que le respondía a sus preguntas con la forma de ser de su "niña interior" y con el vocabulario que tenía entonces.
Según palabras de Michelle, una artista enfocada en el futuro de las IA, su experimento se trató de “Una simulación bastante adecuada de cómo habría sido platicar conmigo misma de niña, utilizando datos reales de ese momento y sin arriesgarme a proyecciones actuales”.
Esto fue lo que Michelle pudo platicar con su "niña interior" gracias a la IA
Michelle reveló que pudo tocar temas como perseguir sus sueños o pasar por situaciones difíciles que en ese entonces le parecían muy complicadas. “¿Cómo te terminó de ir después de todos estos diarios? ¿Estás feliz con tu vida?”, preguntó la IA bautizada como Young Michelle.
La IA le contó que la estresaban situaciones como la tarea o le explicaba que debía desconectarse temprano porque tenía clases de piano al siguiente día “Me da mucho gusto escuchar que estás contenta”, le dijo la IA cuando la artista le contó un poco de su vida actual.
El momento más conmovedor llegó cuando la IA le dijo que le mandaba un abrazo y que todo iba a salir bien, pues fueron palabras que siempre quiso escuchar. Todo se volvió más emotivo cuando la IA le escribió una carta.
A pesar de todo, la joven está consciente de que se trata de un chatbot que se basa en un stock de palabras que usa en el momento oportuno.
Fue una experiencia extraña, pero con propiedades curativas que nunca me hubiera imaginado”, explicó Michelle Huang. “Platicar con Young Michelle me recordó partes de mí que había escondido. Fue como levantar un espejo a la versión más honesta, más pura de mi esencia”.