Por qué cambiar la contraseña puede hacerte más vulnerable a los piratas informáticos

El especialista en ciberseguridad recomendó que, para complicar el trabajo a los estafadores, lo ideal sería que cada vez que nos solicitaran un cambio de contraseña, la cambiáramos por otra totalmente nueva, que además fuera robusta.

El uso de contraseñas es un sistema de seguridad que permite proteger toda clase de cuentas de usuario, desde un correo electrónico, redes sociales, cuentas de Zoom e infinidades de sitios web que forman parte de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, cambiar de contraseñas de manera periodica puede representar un riesgo a la seguridad ya que puedes estar más expuesto a los hackeos.  

De acuerdo a BBC Mundo, la tendenciar al cambiar contraseñas, es que solo se realizan alteraciones mínimas que terminan por facilitar el trabajo a los ciberdelincuentes.

«Al final, terminamos recurriendo a derivados de una misma contraseña porque no somos capaces de recordar otras nuevas y más robustas para todos los servicios que utilizamos. Además, es frecuente reutilizar una misma contraseña — o una muy similar—en varios servicios», le dijo a la BBC Mundo Juan Caubet, director de la Unidad de IT Security del centro tecnológico Eurecat.

El especialista en ciberseguridad recomendó que, para complicar el trabajo a los estafadores, lo ideal sería que cada vez que nos solicitaran un cambio de contraseña, la cambiáramos por otra totalmente nueva, que además fuera robusta.

«Hace mucho tiempo que se busca resolver cómo hacer más seguras las contraseñas, pero el cambio obligatorio de contraseña es un parche y pronto será algo obsoleto; es mejor una sola contraseña robusta que varias que al final no lo sean tanto», aseguró.

«ME ARREPIENTO DE LO QUE RECOMENDE».

Hace unos años, Bill Burr —autor de una influyente guía sobre contraseñas de computadora que fue distribuida por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE.UU. (NIST, por sus siglas en inglés)— se retractó de algunos de sus propios consejos.

Entre ellos, cambiar la contraseña cada 90 días agregando mayúsculas, números y símbolos, de manera que, por ejemplo, ¡«protegido» podría convertirse en «pr0t3Gid0!».

Sin embargo, se ha demostrado que las computadoras necesitan más tiempo para descifrar una combinación aleatoria de palabras que adivinar una palabra con sustituciones fáciles de recordar, como «Contr@sseÑ123!».

«Me arrepiento de la mayor parte de lo que recomendé. Creo que probablemente los consejos eran muy engorrosos para mucha gente», dijo el experto en 2017, ya jubilado y con 72 años, sobre el manual que publicó en 2003.
 

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